Dirección: Emmanuelle Bercot
Reparto: Sidse Babett Knudsen, Benoît Magimel, Charlotte Laemmel y Lara Neumann
Título en V.O.: La fille de Brest
Nacionalidades: Francia Año: Fecha de estreno:
Duración: 128 min.
Género: Drama
Color o en B/N: Color
Guion: Emmanuelle Bercot y Séverine Bosschem
Fotografía: Guillaume Schiffman
Música: Martin Wheeler
En el hospital de Brest (Francia), la neumóloga Irène Frachon descubre una conexión directa entre una serie de sospechosas muertes y un medicamento aprobado por el estado. Comenzará entonces una solitaria lucha por descubrir la verdadera naturaleza del fármaco.
La película fué presentada este año en el Festival de San Sebastián.
Emmanuelle Bercot ( guionista, actriz y directora de cine) ha adaptado para el cine la historia de la doctora Irène Franchon , neumóloga, que descubrióel escándalo del fármaco Mediator.
En 2010 se publicó su libro Mediator 150 mg. Combien de morts ? (Editions Dialogues). Irène Franchon eligió a Emmenuelle Bercot para llevar la historia al cine.
Para la protagonista, Catherine Deneuve le recomendó a la actriz danesa Sidse Babett Knudsen, quien en la estupenda serie "Borgen" interpreta a la primera ministra de Dinamarca.
Esta doctora del hospital de Brest decidió llevar a cabo una arriesgada investigación contra una importante empresa farmacéutica francesa, ( poniendo en peligro incluso su vida familiar ), que estaba comercializando un medicamento para combatir la obesidad femenina que, según ella, era el causante de una serie de muertes que llevaban años produciéndose.
Esta es la carta de presentación de una película que habla de la lucha de minorías (la doctora frente a las autoridades sanitarias y la empresa farmacéutica, la gente de provincias frente a la de ciudad... en definitiva, los buenos contra los malos), con una protagonista dispuesta a pagar el peaje necesario para hacer justicia; es decir, para asegurar la salud de los pacientes, su principal responsabilidad como médico.
Trailer en español
Crítica de la revista Fotogramas:
Urge decirlo por tanto: si esta película resulta por momentos tan absorbente es ni más ni menos que por ese limitado pudor a la hora de manejar casi cualquier recurso dramático o audiovisual a su alcance. Con la delicadeza expositiva de una bocina y la complexión fílmica de un videoclip concienciado y hasta arriba de anabolizantes, 'La doctora de Brest' te emociona quieras o no, aunque tengas el alma de corcho; te espabila (y te conciencia).
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